En el cachorro, aparte del hecho de que los anticuerpos generados por los calostros condicionan la respuesta a las vacunas, la baja temperatura, propia del perro recién nacido de una o dos semanas, deprime el componente celular de la inmunidad.
Por otra parte, las respuestas inmunitarias pierden en calidad a medida que envejece el animal. Así que hay que multiplicar las repeticiones a partir de los ocho años.
Por otra parte, las respuestas inmunitarias pierden en calidad a medida que envejece el animal. Así que hay que multiplicar las repeticiones a partir de los ocho años.
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