viernes, 13 de septiembre de 2013

Un aprendizaje centrado en la comida

La socialización se inicia tras el periodo de transición que marca el término del desarrollo
anatómico e histológico del sistema nervioso. En ese estadio, la perra empieza a destetar progresivamente a los cachorros ofreciéndoles alimentos regurgitados. Hacia las cinco-seis semanas, cuando ya son capaces de absorber la misma comida que ella, la madre los lleva a la manada. Y allí es donde vivirán un comienzo de jerarquización centrado en la comida.
En una primera fase, los cachorros responden al hambre intentando coger la comida disponible. Los machos adultos los amenazarán y les enseñarán a inhibirse y a esperar que les llegue el turno.

En estas circunstancias, los cachorros se servirán de posturas que han asimilado y experimentado entre las tres y las seis semanas jugando con sus hermanos y hermanas. Estos juegos son fundamentales para la socialización porque permiten que se establezcan los rituales; así, por ejemplo, el cachorro que tenga las de perder en un simulacro de combate aprenderá a tumbarse de espaldas para interrumpir la pelea. Y frente al perro adulto que lo castiga cogiéndolo por la piel de cuello el cachorro cede e intenta tumbarse de espaldas. Entonces, el adulto deja de castigarlo, lo que le hace comprender al cachorro la ventaja de adoptar esa postura.

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