El perro que muerde no está perdido irremediablemente, pero su suerte depende de la rapidez con que lo examine el veterinario para tratar lo mejor posible las causas de su agresividad.
La agresividad forma parte de las funciones del comportamiento "normal". Cuando la socialización se ha desenvuelto en buenas condiciones, está perfectamente controlada y posibilita que el animal reaccione frente a las situaciones que pongan en peligro su propia integridad física y psíquica.
Sin embargo, dicha función se puede degradar como consecuencia de procesos patológicos que desorganicen los mecanismos del control de las conductas agresivas.
La agresividad forma parte de las funciones del comportamiento "normal". Cuando la socialización se ha desenvuelto en buenas condiciones, está perfectamente controlada y posibilita que el animal reaccione frente a las situaciones que pongan en peligro su propia integridad física y psíquica.
Sin embargo, dicha función se puede degradar como consecuencia de procesos patológicos que desorganicen los mecanismos del control de las conductas agresivas.

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