Sean cuales sean los cuidados que se van a prestar, siempre serán necesarias nociones de anatomía. La oreja se compone del pabellón y el conducto auditivo externo. Un carácter importante para la higiene y la patología es la presencia o ausencia de pelos en el interior de uno y otro.
El pabellón varía considerablemente según las razas; algunas orejas son levantadas, otras semi-caídas y otras completamente caídas. El conducto auditivo, que tiene un aspecto relativamente constante cualquiera que sea la raza, está formado por dos partes perpendiculares: la primera es horizontal y se abre en la base del pabellón; la segunda es horizontal y va hasta el tímpano. Esta particularidad anatómica explica la frecuencia de patologías en este conducto y las dificultades que presenta su cuidado.
El pabellón varía considerablemente según las razas; algunas orejas son levantadas, otras semi-caídas y otras completamente caídas. El conducto auditivo, que tiene un aspecto relativamente constante cualquiera que sea la raza, está formado por dos partes perpendiculares: la primera es horizontal y se abre en la base del pabellón; la segunda es horizontal y va hasta el tímpano. Esta particularidad anatómica explica la frecuencia de patologías en este conducto y las dificultades que presenta su cuidado.
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