La mayoría de los cachorros tienen el tubo digestivo infectado por parásitos que han cogido incluso antes de haber nacido (contaminación transplacentaria) o bien como consecuencia de malos hábitos alimenticios. Los perros, en efecto, tienen tendencia a ingerir cuanto se ponga a su alcance (incluso los excrementos); de modo que pueden quedar contaminados por varios tipos de parásitos contra los que existen los correspondientes vermífugos. Con mucha razón, conviene que se pueda describir e incluso mostrar al veterinarios el parásito en cuestión para que aquel pueda prescribir el producto más indicado. Pero ello no quita para que se tenga un vermífugo para lombrices redondas y otro para lombrices planas.

No hay comentarios:
Publicar un comentario